Rubén Luzón

Fotografía @Kike Taberner
(Valencia, 1982) Escribe una poesía formalista y experimental, que denota un evidente poliestilismo. Inició su trayectoria poética con Cames ajudeu-me (Salir pitando, 2005), libro que resultó ganador en el IV Certamen César Simón de Poesía. Su segundo libro, Baladaspirina (2008), obtuvo el XLVI Premio de Poesía Ausiàs March de Gandía. Con su tercer poemario, Ai (Ay, 2012), ganó el Premio Vicent Andrés Estellés de Poesía de Burjassot en 2011 y el Premio de la Crítica de los Escritores Valencianos en 2013, en la modalidad de poesía. En 2015 publicó su cuarto libro, Sinó (Sino) y un año más tarde, en la fiesta literaria de los Premios Octubre, ganó el premio de poesía Vicent Andrés Estellés, con el libro, Alguna cosa, poemario de madurez, afrontado desde la conciencia de las propias limitaciones. “No espero ya gran cosa de este vicio / de combinar palabras”, afirma. La poesía le permite adentrarse en una visión más humanizada de lo que somos y de lo que podemos ser. Ha sido incluido en las antologías Pedra foguera: Antologia de poesia jove dels Països Catalans (2008) y Tibar l’arc: Una mirada a la poesia valenciana actual (2012).
POEMAS
Aquest cos estimat de formes esborrades,
que no podem retindre contra la nostra pell
més que els segons que dura un crit involuntari ;
aquesta vaporosa amalgama d’indicis,
obaga esmunyedissa on sempre fa bon clima
malgrat els vots que es trenquen i l’escuma de l’odi ;
aquesta fossa fonda on esbarriem càntics
i empremtes de l’amor, que deixen de ser nostres
quan volem posseir-les, com el nom i la pàtria;
aquesta llet rosada munyida fa una estona,
borbollejant encara, on suren vells enigmes,
crostes serpentejants despreses de la calma;
tantes imatges, tantes figuracions d’aigua
teixides a l’atzar sobre llençols de seda,
tants retalls d’immodèstia, conformen el mosaic
on es mesclen les ombres d’aquesta trista joia
que podem pressentir com una set antiga,
imponent i callada; com un desig del dia
que es busca a si mateix en tots els nostres gestos…
Hi ha matins sense escrúpols, disciplinats i lliures
com el vol dels ocells o l’aleteig dels peixos.
Este cuerpo amado con formas que se borran,
que en nuestra piel resulta difícil retener
más que el instante frágil de un grito involuntario;
esta vaporosa amalgama de indicios,
umbría escurridiza donde siempre hace bueno
pese a romper los votos, a la espuma del odio
este hueco tan hondo donde esparcimos cantos
y huellas del amor, que dejan de ser nuestras
al querer poseerlas, como el nombre y la patria;
esta leche rosada ordeñada hace poco,
donde crece la espuma y flotan los enigmas,
costras serpenteantes soltadas de la calma
imágenes sin fin, figuraciones de agua
tejidas al azar sobre lienzos de seda,
retazos de inmodestia, conforman el mosaico
que amalgama las sombras de esta triste alegría;
la presentimos hoy como una sed antigua,
imponente y callada; como un desear el día
que se busca a sí mismo en todos nuestros gestos…
Hay mañanas sin alma, austeras y libres
como el vuelo de un ave o el aleteo de un pez.
Sí, si quan era jove deien de mi
qui és aquest que passa
que fins i tot les flors s’aixequen
per saludar-lo
quines meravelles l’esperen encara
de fecundació i bellesa
després va resultar que
amb la caiguda de les ideologies
vaig rompre a córrer
com una gallina sense cap
a la recerca d’una litúrgia pròpia
que no s’atura mai
que mai no s’atura
maleïda tortura, degoteig lentíssim
de versos
que em costen tant de guanyar
quatre engrunes miserables
de purgatori i economat
jo que ho anhelava tot
nosaltres que ho anhelàvem tot
que pregàvem amb crits callats
pels damnats de la terra
algun dia potser un cop de fortuna
una ejaculació de llum a l’entrecella
el tall net de la dalla al ventre
ah, ja siguen reals o esculpits en marbre
els cossos projecten sempre veritats.
Sí, si cuando era joven decían de mí
quién es este que pasa
que hasta las flores se levantan
para saludarlo
qué maravillas le esperan todavía
de fecundación y belleza
después resultó que
por la caída de las ideologías
eché a correr
como una gallina sin cabeza
en busca de una liturgia propia
que nunca se detiene
que no se detiene nunca
maldita tortura, lentísimo goteo
de versos
que tanto me cuesta ganar
cuatro migajas miserables
de purgatorio y economato
yo que todo lo deseaba
nosotros que todo lo deseábamos
que rezábamos a grito callado
por los damnificados de la tierra
algún día tal vez un golpe de suerte
una eyaculación de luz en el entrecejo
el corte limpio de la guadaña en el vientre
ah, sean reales o en mármol esculpidos
los cuerpos siempre proyectan sus verdades.