Patricia Ariza: artista homenajeada por el 32 Festival Internacional de Poesía de Bogotá
(Vélez, Santander, Colombia). Dramaturga, poeta, actriz, directora teatral, performer, feminista, activista social y política por la paz, sobreviviente del genocidio contra la Unión Patriótica. Estudió arte en la Universidad Nacional de Colombia; con el maestro Santiago García y otros estudiantes funda en 1966 el Teatro La Candelaria, con el cual han montado más de 100 obras y participado en la fundación del Movimiento del Nuevo Teatro y en la invención de la creación colectiva. Fundó también con el maestro García y con el maestro Enrique Buenaventura y otros colegas la Corporación Colombiana de Teatro; allí crearon el Taller Permanente de Investigación Teatral y los Festivales del Nuevo Teatro, el FESTA, Festival Internacional de Teatro Alternativo, y el Festival de Mujeres en Escena por la Paz. Desde su juventud ha estado vinculada a la poesía y el movimiento cultural del nadaísmo. También es cofundadora del grupo Tramaluna Teatro, junto al maestro Carlos Satizábal, co-fundador y director de Tramaluna Teatro.
Ha ganado numerosos premios y reconocimientos. En 2007 le fue otorgado en Holanda el Premio Prince Claus «Por su aporte a la cultura universal y su compromiso artístico con la búsqueda de la paz para la nación colombiana». En 2008 fue condecorada con la Orden del Congreso en reconocimiento a «Una vida dedicada a la cultura». Publicó en 2007 el libro de poemas Hojas de papel volando, con el que ganó el Premio Nacional de Poesía Obra Inédita María Mercedes Carranza, del cual ha hecho varias reediciones, cada una con nuevos poemas. Ha escrito y publicado más de 20 obras de teatro y creado numerosas performancias colectivas por la paz y por la memoria poética de las mujeres y las víctimas del conflicto. Fue también la primera ministra de cultura del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Poemas de Patricia Ariza
En calidad de préstamo
Mi cuerpo me porta
voy con él a todas partes
él carga con todas mis señales particulares
a veces lo adorno, lo pinto y lo perfumo
otras, lo maltrato
le pongo demasiada carga
y él me juega malas pasadas
me hace caer o me pone dolor en las espaldas
otras, amanece demasiado alegre
y me pone a bailar
Sea lo que sea, siempre lo llevo conmigo
como si fuera lo que es,
el préstamo de una casa habitada de antemano.
A Emily Dickinson
Nunca viniste a Helsinki
ni viste los rompehielos gigantes.
Si llegas tarde
trae un chal blanco
hace frío.
Tu amiga,
la araña.
Haiku
Montaña: por plantada que estés,
ante mis ojos, pasas.
Aceite de sándalo
Si me han de ver dentro de la madera
quiero una flor sola sobre el rostro
hierbabuena en la mano izquierda
y albahaca en el pecho puesta suavemente.
Si me han de ver debajo del cristal
quiero un arete puesto de oro puro
una azucena en el vientre
y un poco de humo y niebla
clavos de esencia
aceite de sándalo
azúcar
un papel dorado
y una pluma de pájaro pintada.
Si me han de ver mis camaradas
quiero unas gotas de agua sobre el rostro
y un pequeño almanaque, de esos
que tenían pintados
unos perros jugando al billar pool.
Si me han de ver sobre los hombros
quiero ver hacia arriba el horizonte
quiero una capa azul con cascabeles
cartas de amor sobre la almohada
un amuleto para mis amigos
y una copa de brandy hasta el olvido.
María
Cuando te disponías a pasar
tus dedos sobre el lomo de Marx y los poetas
acababas de llamar a un artista amigo tuyo
y le dejaste razón que te llamara urgente.
Un poco antes te miraste al espejo
y habías decidido dejarte crecer el pelo.
Ibas a estrenarte un vestido en la fiesta
de los sesentas por tu grado en Derecho.
Había que distraerse un poco, pensaste
ibas a brindar con un vodka en las rocas,
como a ti te gustaba, de vez en cuando.
Luego miraste las fotos de tu familia
y las dejaste en el lugar exacto.
Te reíste sola de escuchar al loro viejo
gritando contra el mundo.
Cuando le abriste la puerta al asesino, llovía un poco
olvidaste tu chal y hacía frío esa noche.
El asesino te mató en la frente
y te siguió matando mientras caías
sobre las flores.
El loro se fue de tu jardín y el
viento vino al otro día y recorrió
los rincones de tu casa en la loma.
Pasó respetuoso por el desteñido brazalete rojo.
Se llevó el polvo de los discos y las postales viejas.
Habías dejado un pan en el horno
Yesterday de los Beatles sonando a medio tono
y una velita roja encendida en el escaparate viejo.
El viento subió al segundo piso
y abrió de un golpe puertas y ventanas.
Se te había olvidado rociar las matas
ese día, ¿te acuerdas?
Nosotros sin ti estamos más solos todavía.
El viento viene y va. Y este país que nos tocó en el mapa
continúa muriendo a la deriva.
Llueve a cántaros, querida hermana,
préstame el chal.
xix abril/98
En la noche. Triste.
A Pizarro
El rostro más hermoso del mundo
era el tuyo
Tenías la cabeza atada con vendas blancas
para que no se te saliera volando el alma.
Manuela
Eras como una tigra herida
te imagino abotonándote la casaca de coronela
sobre los encajes de seda
te sueño a caballo secándote las lágrimas
y te veo encerrada pintándote un bigote en el espejo roto
para que te aceptaran como soldado raso
eras frágil y tal vez por eso te enrolaste
te escribo a dos siglos de distancia
para pedirte el sable.
Quisiera que volvieras a cantar en francés
los versos de amor en la ventana
y que fusilaras de nuevo a los muñecos imaginando
que lo podías hacer con los traidores.
Te veo bebiendo chicha con la soldadesca
y me conduelo de ti, Manuela Sáenz, y sobre todo de mí
porque este lugar del mundo donde nací y me crie
sigue siendo el más traicionado de la historia
y nuestro Simón del alma, tose y tose
y sólo escuchan su voz pocas personas
como tú y como yo.
No soy una heroína
pero sé escuchar a los que se ahogan de tristeza
sabemos que Simón se incendia de la fiebre
y que se muere
y que tú y yo con todas las mujeres
saldremos a la plaza
y llamaremos a los perros para que aúllen como hienas
están ladrando desde entonces
con la peste en los dientes
Nos morimos Manuela
yo de desilusión
y tú de peste
pero a la vez quedan las palabras que nada las mata,
ni la peste, ni los gritos, ni los patriarcas,
ni el odio contra las mujeres, nada
somos invencibles porque escribimos cartas
Regresa, Manuela, yo te acompañaré a la hacienda
en San Pedro Alejandrino, cerca del mar
para que nos encontremos con él
le pongamos cataplasmas a sus calenturas
y le cerremos los ojos.
Se le quedaron abiertos
y seguro que no soporta ver tanta ignominia
préstame la pluma y la casaca
y déjame el sable para defenderme de cualquiera
que quiera acabar este poema.
Interdicta
Señores del jurado
vengo a declarar, aunque esté en estado de interdicta.
Sé que mi caso no está resuelto
sepan que yo lo sabía todo de antemano
que he sido consciente de los hechos
y que lo que hice fue para manifestar la rabia
que fue con alevosía y sin ningún sufrimiento.
También sé que no hay atenuantes en mi caso
que nadie me obligó a remover las piedras
también es verdad que corrí y que tuve miedo
pero regresé sin nada.
Por eso estoy aquí desnuda en este tribunal
para gritar que me declaro responsable
pero feliz de los hechos que me acusan.
Costura
La libertad es una mujer
que no ha podido liberarse
porque debe coser y planchar sus banderas.
1 respuesta
[…] que habrá este año un homenaje a la activista social, poeta, directora teatral y dramaturga Patricia Ariza, en ese espacio oficial ya es posible encontrar datos sobre los autores y artistas que han sido […]