María Casiragui
María Casiraghi (Buenos Aires, 1977).
Poeta, narradora y periodista.
Autora de los siguientes poemarios: Escamas del Silencio, (2004); Turbanidad (2008); Décima Luna (2011); Albanegra (2015); Loba de Mar (2013); Cóndor (2018) todos ellos publicados por Alción Editora, Córdoba, Argentina; Música griega (2019) y El tao de las palabras (2021), por Ediciones En Danza, Buenos Aires, Argentina, así como de una antología personal titulada Vaca de Matadero (Ed. Summa, Lima, Perú, 2017).
En narrativa, publicó el libro de relatos Nomadía (Ed. Monte Ávila, Venezuela, 2010) y la novela Otro dios ha muerto (Alción, Córdoba, Argentina, 2016).
Como periodista, es autora de Retratos, Patagonia Sur y Patagonia Sur- Santa Cruz-Argentina (GAC, 2000).
Integra numerosas antologías nacionales; a destacar, La Erótica del relato, antología de escritores de la nueva literatura argentina (Adriana Hidalgo, 2009); Atlas de la Poesía Argentina II (Editorial EDULP, La Plata, 2018); Poesía Argentina Contemporánea (Fundación argentina para la poesía, Buenos Aires, 2019); Antología Federal de Poesía – Región CABA, (CFI, Buenos Aires, 2019) y algunas internacionales; la más reciente, La primera línea, Poesía Iberoamericana, Colección Primavera Poética, Lima Perú, 2020. Poemas suyos fueron traducidos al inglés, portugués y francés.
Poemas
LAVANDERA
Abrí el bolso de viaje de mi hijo
saqué su ropa
y toda esa casa volvió de golpe
a impregnar el aire de la mía.
Olí las mañanas entre los pinos
y las tardes en caminos ignotos de la sierra
y también los libros
los viejos estantes sin leer
y las camas tendidas para nadie en el invierno.
Pero en la ropa estaba también la mugre
las puertas envenenadas
y las fichas del juego quemándose en la chimenea.
De su saquito azul
me vino el canto del benteveo
y la persiana negra
el mármol de la montaña
y la fresca inocencia de la luna.
Olí las noches sorteando víboras en las espinas del parque
y vos y yo que éramos alguien
aún sabiendo que la luna marchitaba
nos abrazábamos
y decíamos que sí
ante ese brillo blanco de la despedida.
Ahora mi hijo
recién llegado
me cuenta lo vivido
y se niega
a recordar mis recuerdos.
Y me habla de esa casa como si yo fuese ciega.
Entonces
arrojo en el lavarropas
todo lo que trajo.
Él presiona el botón
y juntos nos sentamos
a mirar
cómo dan vueltas
entre la espuma
los espíritus.
Y se lava el sepulcro
y se blanquea la tarde
y mientras él juega con su caballito de madera
yo tiendo en la soga
la ropa limpia
inodora
y el sol incendia
por fin
el patio de esta nueva casa.
De Loba de mar (2013)
ESTADÍSTICA
En Guatemala está agonizando Joaquín
uno de los 30 niños de cada 1.000
que mueren allí
antes de cumplir cinco años.
En la franja de Gaza
Fadel
grita y grita
que alguien le devuelva al padre
se lo han llevado a Israel por pedir agua
algo tan simple
agua
y nadie lo ve
porque en Gaza
hasta la luz han embargado
y por eso cada vez son más los muertos
que acaban de nacer.
Unas 3.000 personas se suicidan por día en el mundo
en Suecia hay alrededor de 500 niños apáticos
de los cuales 50 se quitaron la vida en 2010
el mismo año
que Lars se arrojó desde un puente
en Noruega
es que se matan de a cientos
cuando pasa el invierno
y se dan cuenta
de que no era la nieve la que los dejaba solos
por eso rompen su vida en el espejo.
En Somalía
el Congo
y Burquina Fasso
hasta la muerte
tiene hambre
de los 168 niños de cada 1000
que mata por año en Mali.
En la India
todo es sagrado
menos los “intocables” dalits
que nacen
y mueren lavando baños
levantando con sus manos inhumanas
la mierda de los Brahmanes, sacerdotes que salieron de la boca de Dios
el orín de los Chatrías, militares y gobernantes, hechos con los hombros del Creador
el vómito de los Vaishias, nacidos de la cadera divina
y el sudor de los Shudrás, esos pobres siervos y obreros, que llegaron al mundo
desde los pies de Brahma
por eso expulsaron de esa tierra a Buda
ese loco que decía:
todos somos iguales
antes de nacer
Dios es sólo una metáfora
Estados Unidos:
1531 mil millones de dólares al año en jugar a la guerra
el 42 % del gasto militar mundial
mientras
los hijos de los generales compran
soldaditos de plástico chino
y declaran su batalla privada
en el desamparo de sus tardes
tan bellas y lentas.
Mientras
en ese país
hay 40 millones de pobres
y 200 millones de armas para la
masacre de la escuela secundaria de Columbine
masacre de la escuela Amish
masacre de Alabama
masacre de Bighamton
de Boston
de Centralia
de Colfax
de Forthood
masacre de la escuela primaria de Sandy Hook
y otra más y otra más
en la Universidad Estatal de Kent
sin vaciar el cargador
porque quedan todavía dieciséis colonias en el mundo
y más de quince millones de refugiados.
América Latina
el mundo entero
visto desde abajo
parece un globo aerostático
suspendido
por gases fugados
de hospicios y pozos ciegos.
Allí
en el mundo
todavía es tarde
corren los péndulos contra la luz de las lluvias
arden gaviotas
huyendo siempre a los veranos
el mar que se nos va
del mundo
el mar que es solamente sal
insaciable
se va
y nos deja sin agua.
Sólo queda tomarnos las manos
y girar
de uno en uno
dentro del otro
hasta borrar todos los números.
EL TIEMPO SE ACABA
El tiempo se acaba
sopla el ventanal contra mi espalda
una cortina se infla y desinfla tras de mi
el viento es un aviso
una señal.
El tiempo se acaba
todos los días
y yo me burlo de mí
tan anacrónica
me burlo y celebro
mi sereno despertar
sólo suenan
caballos allí afuera
forajidos del pasado galopando en mi puerta
este sea quizás
el disfraz de todo fugitivo
una bandera blanca
que se rinde
adentro nuestro.
Los domingos amanece más tarde
las personas se demoran en bajar a la calle
la ciudad se desintegra en una niebla azul
y junto a ella
desaparece
el hospital negro
donde pudimos nacer.
El tiempo se acaba
yo aquieto mi paso
y leo las noticias como mensajes del más allá.
El olor del incienso
me sumerge en una iglesia
donde ora un piano solo
por el alma de las tortugas
el ritmo de los caracoles
y la suavidad elástica de las abuelas.
El tiempo se acaba.
A cada instante
se está muriendo el tiempo
y yo tejo
con agujas eternas
tejo la sombra del mundo
despacito
despacito
y la pongo a salvo.
De Albanegra (2016)
SELECCIÓN ANTINATURAL
A Leticia González y Julio Salgado
A mi jardín lo invadieron las babosas
lenguas que se arrastran de noche,
y en la laja, trazan su dibujo, de animales dobles,
permanentes.
Cada día muere una flor, se deshoja una hoja
las plantas no resisten el ego de la babosa.
Yo, como Dios,
hago justicia
y les dejo pedazos de veneno
trampas de color azul
para que mueran sin saber.
Pero al tiempo regresan,
y pruebo entonces con cerveza
sirvo en las esquinas vasos llenos
donde van las borrachas
a embriagarse por las noches
y dentro de los vasos
se ahogan, de muerte dulce.
Al día siguiente
las flores agradecen.
El jardín recobra sus colores.
El verano vuelve.
Pero al correr de los meses
babosas nuevas, nacen, alegremente.
Ahora intento echándoles sal,
en segundos se reducen a nada
pobrecitas
apenas una huella blanca en la laja
sin el doble de su animal.
Esta vez, la tercera, debe ser la vencida
pienso mientras riego las alegrías del hogar, las azaleas
y veo cómo crecen las acacias, y el limonero se pone de pie;
y hasta los yuyos aplauden
por su renacimiento.
Pero hay un desconsuelo
que subsiste
en los jardines,
en el aire de la primavera.
Se siente cuando sopla el viento
y las hojas se mueven,
recordando.
Alguien debe morir, para que vivas.
Susurra la brisa
en el oído de las flores.
CARTA AL HIJO
Cuando crezcas sabrás
que los hombres se derriten en la nieve
y los ángeles llegan si cerramos los ojos.
Si algún día dudaras de que existo
recordá mis violentas pujadas
cuando todo para vos era incienso.
Cuando crezcas
viajá por los planetas que imaginás
saltá con la demencia del Iguazú
hacele el amor al agua
trepate al nogal
y ofrecé los frutos a esos niños como vos, que piden monedas.
Caminá por ciudades medievales
elegí una piedra para descansar al sol
y dejá que te roben los gitanos
si los ves en su tierra
sabrás que sólo eran nómades sus penas.
No te dejes denigrar
y no denigres
distinguí siempre
el amor de la lástima
la cobardía del miedo
el veneno del remedio
y el olvido del perdón.
Y no temas morir
ni que yo muera
el más allá es sólo un bello lugar
del que nadie ha querido volver.
Esta noche de luna
la luna me mira dos veces
y me dice que es tiempo de abrir una distancia
que no te me parezcas, hijito
que no te me parezcas.
ILUMINACIÓN
Una tarde
con mis veinte años
en un libro, Allen Ginsberg
contaba visiones.
Hablábamos de lo mismo
de esos instantes en los que comprendemos todo,
nada nos hace falta, nada pendiente en la batalla.
Ese año, lo recuerdo
era tan chica y sin embargo
podía tocar el infinito.
¿Qué es lo que distingue al que vive del que muere,
al que sólo respira, sin moverse casi,
del que agota sus caminos andando?
Allen Ginsberg lo sabía
dictó mi sentencia
me dijo “ya estás lista”
y yo
que volvía del Asia
donde había visto tantos dioses
le creí.
Prendí unas velas
estiré mi cuerpo en la sábana
y cerré mis ojos
para siempre.
Así debió ser quizás
mi último día
(así quiero que sea
cuando despierte).
De Música griega (2019)
ANUNCIACIÓN
Tengo el nombre de la virgen.
Una madrugada, como un ángel
me anunció:
-Hay un hijo en tu vientre.
Aullé en los brazos de un antepasado
desenterrando
la primera pregunta:
¿venir así
al mundo
desde este cuerpo de cal?
Tengo el nombre de la virgen
y la boca de Eva.
De Décima luna (2011)
VACA DE MATADERO
No me llamen sagrada
vaca de matadero
diosa de la india.
No espíen mi diario íntimo
el de la niñez
el del candado de plata y hojas rosadas.
No me saquen del mar
dejen mi cuerpo ardiendo
entre aguas vivas.
No me juzguen
si olvido a todos cuando viajo.
No me digan puta.
No me escriban cartas de amor
si no conocen mi primera lluvia
la de atrás del muro
la del vecino que nunca me amó.
Ni me llamen mala madre
mala esposa
mala vaca.
No se rían si bailo sordomuda.
De Loba de mar (2013)