Adriana Hoyos
Bogotá, Colombia. Escritora, cineasta y gestora cultural. En su infancia se educó en el arte del violín de la mano de su padre, Luis Rafael Hoyos Campillo. Se instaló en Barcelona siendo aún una niña y actualmente reside en Madrid. Sus poemas han sido traducidos a más de nueve idiomas. Ha publicado los libros La torre sumergida (2009), La mirada desobediente (2013), Del otro lado (2017), Autobiografía con sombras, (2022), No es a mí a quien lees (2022), Ono sto su mi donele reči, antología y traducción al serbio de Dušica Nikolć Dann (2023), Geometrias da voz, traducción al portugués de Alex Tarradellas y Rita Custódio (2023), La sed con que mirabas, Esa que canta hacia adentro, Lo que me trajeron las palabras (2024). En 2023 obtuvo la residencia artística Coracle Europe Residency en Tranås, Suecia y publicó Fluir con el agua. Ha dirigido los cortometrajes Elegía (1998) y Hotel Santa Fe (2002) y el mediometraje Beneyto desdoblándose (2010). Ha sido miembro de la junta directiva de la Asociación de Mujeres Cineastas (España) y codirectora el Festival Visual Cine Novísimo. Fundó junto a David Egea la empresa de publicidad La Huella del Gato (2005).
Poemas de Adriana Hoyos
En un hotel barato fingiendo una película de Wong Kar-wai
Ellos suben y bajan por la escalera de hierro
La que lleva a ninguna parte
La mirada desobediente se imprime en sus cuerpos
Una voz al otro lado de la puerta
Habla de amor y de tiempo
Si se pudiera apurar el placer
Sobre el papel pintado hay rojos círculos
En las paredes aún palpita el deseo
El humo azul cubre las persianas
Ellos suben y bajan por la escalera
Él escucha en la radio melodías familiares
Y en la habitación de al lado se juega una partida
As de bastos
¿será el triunfo quizás?
Mañana él se habrá ido
Ella subirá y bajará la escalera
Hacia ninguna parte
Hacia sí misma
Él viajará en tren
La mirada perdida en el paisaje
En sus pensamientos
Una sola idea obsesiva
Ella
Con su equipaje atravesará la noche
Jugará de nuevo otra partida
Un siete de espadas
La soledad lo habita
Instantáneas
1
Quieta —inmóvil—
Frente a la cámara
Apenas sonrío
Que parezca que estoy viva
Que parezca que estoy muerta
Sólo soy carne de foto
2
(Fotografía de conjunto)
Estamos todos
Por una vez
Estamos todos
Eso creemos
Al menos un instante
Entonces
Una sola mueca
Revela la ausencia
3
Repaso la imagen
Me detengo en el gesto
Aterrada descubro
La fisura sutil
Por donde huye la vida
En los márgenes del sueño
Florece el instante
Congelado en una fotografía
Así vuelve la vida
Al espacio soberano
L’énigme d’un après-midi Giorgio de Chirico
La soledad viaja en tren
Nostalgia del infinito
Doble es el destino
Es ida y es regreso
La forma de la línea y lo que esconde
La frontera y los bordes del trazo
Los diversos matices del oro
El misterio contenido en los arcos
Los colores que hacen al hombre
Los colores que ciegan al hombre
El gozo de un instante de visión
La tristeza profunda y enigmática
Hora y silencio se esposan
Palpitación callada de loggias
La inquietud envuelve la tarde
Los espacios desiertos hablan
Entre la niebla y la bruma
La piedad del observador
En la trama de lo pintado
Lo no pintado está expresado
Al fondo la torre bañada
En luces doradas se levanta
De Millet a Dalí
Los insectos del crepúsculo
Ofician delirios del pasado
Persistencias de la memoria
El álgebra desafía la curvatura de la mente
En la boca nace un bosque de febril coloración
Madre con su túnica derretida se confiesa ante ti
Los relojes y sus lágrimas secas detrás del obelisco
Rinoceronte cósmico y terrestre reproche de la muerte
El reflejo de tu-su rostro en el espejo te persigue
¿Fueron los gestos de tu hermano a los tuyos idénticos?
Tu ojo es cuadro de arreboles tigrepez y elefante
El grito de la infancia se esconde en el paisaje
Hopper
En una habitación de hotel
Sentado ante el blanco puro
Posee el sentido del paisaje
La experiencia de la montaña
Encarna la montaña
Es la montaña
A solas sobrecogido mundo
Figura preñada de desierto
La verdad va a su encuentro
Jeanne Hébuterne y Amadeo Modigliani
¿Quién se asomó al tibio goce de tu cuerpo?
Esculpió el sonido de tu voz
Irisó la carne de tus labios
Rasgó herida y veneno del deseo
Hasta el fuego puro abrasador
Hasta volverse feroz desasosiego
Escuchaste el latido de tu vientre
Te abriste al abismo de ese día
Bajo el peso insondable de la vida
Ebrios de sollozos reprimidos
Bajo el hermoso manto de la tierra
Con él te casaste allá en la muerte
Entonces se hizo noche
Mas un destello de relámpagos
Alumbró la enorme tela oscura
Desnudos bajando una escalera
Dedicados al placer
Deslumbrados
Descendimos
Desastrados
Despojados
Desiertos
Afónicos
Caímos
Desatados
Disparados
Derramados
Desmesurados
Descompuestos
Dispersos en átomos poseídos por Amor
Desvivido corazón sustancia pura de la rosa
Interior Vilhelm Hammershoi
Fuera el viento es un animal enfermo
Atardece y me acurruco en la silla
Es el viento sibilante de Ordet
Personajes en espacios desnudos
Soledad muda sentada de espaldas
Cabeza y pelo anudado en un moño
Cabeza y pelo miran la ventana
Cabeza con pelo mirando el suelo
Cabeza con pelo y silla de madera
Cabeza con pelo bajo la luz pálida
En un país nórdico a la hora del alba
Vuelvo al interior de este cuerpo leve
Todo tiene una atmósfera más suave
Es la misma soledad con otra luz
En posición frontal miro a cámara
Taumaturgo
A Pere Gimferrer
Recito a solas y en alto tus versos
El deseo combate con la muerte
La ciudad y la niebla del poema
Configuran mi adolescencia
Sangre pálidos jazmines granadas
Confabulan esta noche la oración
Enciendo con palabras la memoria
Suaves orquídeas y astros susurran
Como soplo o sueño sagrado llega
Con bengalas la dama de la muerte
Pronuncio y conjuro el nombre
Deseo fulgor devenir azahar
Altísimo hacedor de verbo alado
Llueve en la noche de tu juventud
Caricias de ópalo encendido
Tus poemas al aire tus poemas
Vuelta a este cielo ensayo acaso
La plegaria justa de esta hora
Resplandores y música de agua
En el bosque arco crepuscular
Emergen de la luz colores
Cantos en tiempo de gracia
Y en cada promesa fuego
Y en mi pecho todavía fuego
Señalan la rosa olvidada
El mercurio y la invocación
Toda poesía es sintaxis
Elevada hacia la música
Esta música nos lleva a habitar un mar hondo
De promesas y paraísos perdidos
Mi padre ve fluir la sangre
Su sangre
Mi sangre
Mi padre observa desde la ventana
Ve pasar su vida
Soy un instante de su instante
Mi padre está abatido
Sigue en el hospital
Su corazón no responde
Mi padre está lúcido
Mi padre es vulnerable
El detalle de los años
La huella irrefutable
Los estragos sobre el cuerpo
Los hijos desfilan afligidos
La música renace en el agua
Danza de alces en la niebla
La nieve cubre el recuerdo
Tengo siete años
Te señalo la luna
Te enseño el futuro
No pasa nada
Nunca pasa nada
Todo es mucho
Mucho es nada
Mi padre siempre tuvo terror a la sangre
A la electricidad a las serpientes
Mi padre es de color rojo
La distancia que nos separa son diez horas
Mi padre tiene miedo a la muerte
Esta noche soñaremos al unísono
Y las montañas amanecerán nevadas
Y tomaremos el sol cogidos de la mano
Lloraremos juntos
Habrá risa en el llanto
La realidad tocará la muerte
Así escribo para ti y para mí un principio sin final
Entre palabra y palabra el olvido
Las palabras aprehenden el árbol y el pájaro
Y al nombrar el fuego son fuego
Las palabras se contagian se puzzlean
Las palabras me sosiegan y me calman
Se precipitan descaradas en mi boca
Las encuentro y se escabullen como agua
Palabra que sueñas mi muerte
Llévame hasta el fondo de la noche
Para que te sienta penetrar mi cerebro
Eres mi carne que se abre al día
Eres la luz y el disfraz del aire
Eres el sonido y la desmesura
Eres el principio y el fin
Acude a mí palabra y muerde los sueños
Conjura los cuerpos esta noche
Conjura la muerte y el sexo de las sienes pesadas
Mediometraje Beneyto desdoblándose de Adriana Hoyos
Véalo aquí: Beneyto desdoblándose